Enero de 2024 es el Mes Nacional de Prevención Contra la Esclavitud y la Trata de Personas, según lo decretado por proclama presidencial.
Hermana Michelle Loisel, DC
Si bien preferimos pensar que la esclavitud es una reliquia del pasado, sabemos que no lo es. Hoy en día, se ve diferente y a menudo se le conoce como esclavitud moderna o trata de personas. Aunque la esclavitud del pasado era legal y estaba dirigida a una raza específica, la trata de personas es ilegal en todos los países del mundo y afecta a todas las etnias.
Millones de mujeres, hombres y niños están sometidos a trabajos forzados, servidumbre doméstica o comercio sexual a manos de traficantes de personas. Lo que muchos no se dan cuenta es que este crimen ocurre aquí mismo en los Estados Unidos, en nuestras propias ciudades y poblados.
Mucha gente todavía no sabe qué es la trata o no les importa. A lo largo de los años he descubierto que uno de los mayores impedimentos para los esfuerzos contra la trata es la falta de comprensión del problema. La trata y, en consecuencia, las medidas adoptadas para combatirla, a menudo están entrelazadas con el tráfico de personas, la inmigración y el asilo, la prostitución y otras formas de delincuencia organizada. Hay que subrayar que la esencia de la trata es la explotación forzada de personas por quienes están en condiciones de ejercer poder sobre ellas.
Dos factores principales impulsan la propagación de la trata de personas: altas ganancias y bajo riesgo. Al igual que el tráfico de drogas y armas, la trata de personas es una industria criminal impulsada por el mercado y basada en los principios de oferta y demanda.
Cada año, los traficantes generan más de 150 mil millones de dólares en ganancias al victimizar a millones de personas en todo el mundo.
Si realmente queremos detener este flagelo, entonces debemos evitar que suceda desde el principio. Conocemos las construcciones sociales que se han implementado para hacer a las personas más vulnerables: las desigualdades sociales, las disparidades en salud, la pobreza, la falta de vivienda, la migración, los niños, la falta de educación de calidad, la violencia, el racismo. Las personas susceptibles a la manipulación son los objetivos principales de esta industria lucrativa y criminal.
Los entornos digitales están desempeñando un papel cada vez más central en las vidas de niños y adultos. Durante y después de la pandemia, muchos niños ahora socializan y aprenden aún más en línea. Esto ha brindado muchas oportunidades, pero puede aumentar los riesgos para los niños, lo que puede resultar perturbador tanto para los padres como para otros cuidadores.
Tenemos a nuestro alcance varios consejos de seguridad a tener en cuenta al navegar por la web y utilizar las redes sociales. Blue Campaign tiene lo siguiente:
https://www.dhs.gov/blue-campaign/explotacion-y-como-protegerse-si-mismo
Para mantener a los niños seguros en línea, la prevención es vital. Sabemos que el abuso y la explotación sexual infantil puede ser un tema delicado y desafiante para discutir con los niños, pero puede ser un paso vital para mantenerlos seguros. El Centro Nacional sobre Explotación Sexual descubrió que el acoso en línea puede ocurrir en prácticamente cualquier plataforma interactiva importante, incluidos los juegos en línea y las redes sociales. Un estudio encontró que los niños podrían convertirse en víctimas de acoso sexual en línea en tan sólo 17 minutos (Lorenzo-Dus, Kinzel, Di Cristofaro, 2020).
Por consiguiente, para proteger a los adolescentes de convertirse en víctimas de la trata de personas, asegúrese de que los niños tengan adultos en sus vidas que les apoyen, les amen y se preocupen por ellos, y tengan un lugar seguro para dormir por la noche.
Las estrategias de prevención incluyen fortalecer y crear relaciones saludables, reducir los riesgos dentro del entorno de la persona y aumentar las barreras contra la violencia.
La clave para cualquier respuesta preventiva contra la trata es la necesidad de consultar y escuchar las experiencias de personas que han sido víctimas de trata. Estos individuos tienen los conocimientos y la experiencia que ningún análisis teórico puede proporcionar. Abordar la trata como una violación de los derechos humanos no sólo requiere procesar a los criminales y proteger los derechos humanos, sino que también exige respuestas que respeten y reconozcan que los sobrevivientes tienen un papel esencial y activo qué desempeñar en el trabajo de prevención.
Hermana Michelle Loisel, DC